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La producción de petróleo en Vaca Muerta alcanzó un récord histórico en mayo, consolidando su posición como el principal motor del desarrollo energético argentino. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, el yacimiento produjo 448.000 barriles por día (b/d), lo que representa un incremento interanual del 22,5% frente a mayo de 2024.
En paralelo, la producción total nacional alcanzó los 755.800 b/d, marcando un crecimiento del 9,1% a nivel país.
Las áreas clave que impulsaron el récord
El informe publicado por el Ministerio de Economía bajo el título “Vaca Muerta: récord histórico en la producción de petróleo argentino” destaca que el shale oil ya representa el 95% de la actividad en la provincia de Neuquén, ratificando el dominio de los hidrocarburos no convencionales en el mix productivo nacional.
La Amarga Chica: crecimiento sostenido y nuevo socio
Uno de los bloques protagonistas del récord fue La Amarga Chica, operado por YPF junto con Vista, que recientemente adquirió el 50% de participación que hasta abril era de Petronas. En mayo, la producción alcanzó 67.000 b/d, con un aumento de 7.300 barriles diarios respecto de abril, ubicándose como el segundo bloque de mayor producción de la formación Vaca Muerta.
Rincón de Aranda: el impacto de la inversión de Pampa Energía
Otro bloque destacado fue Rincón de Aranda, operado por Pampa Energía, que tras conectar nuevos pozos gracias a una inversión de 800 millones de dólares, logró incrementar su producción a 6.737 b/d, sumando 5.100 barriles diarios adicionales en un solo mes. El avance de este bloque muestra el efecto inmediato de las inversiones en infraestructura, perforación y fractura en zonas aún en fase de desarrollo intensivo.
Proyección: ¿Puede Vaca Muerta superar los 500.000 b/d este año?
Con este ritmo de crecimiento, varios analistas estiman que la producción de petróleo en Vaca Muerta podría superar los 500.000 b/d antes de fin de año, lo que significaría un hito para la industria nacional y consolidaría al país como un exportador estructural de crudo.
Esto, a su vez, refuerza el interés por proyectos de infraestructura asociados como:
- Ampliaciones del Oleoducto Vaca Muerta Norte y Trasandino (OTASA).
- La construcción de un nuevo puerto petrolero en Río Negro o Buenos Aires.
- Proyectos de exportación directa hacia Chile, Brasil o mercados asiáticos.
El shale oil se convierte en política de Estado
El récord alcanzado en mayo no es un fenómeno aislado, sino el resultado de más de una década de desarrollo acumulado en infraestructura, know-how técnico, perforación horizontal, y progresiva mejora en productividad por pozo.
En ese contexto, Vaca Muerta se consolida como el principal activo estratégico del país, no sólo por su volumen, sino por su capacidad de generar divisas, empleo, servicios industriales e inversiones en cadena.
Mientras la macroeconomía argentina busca consolidar un sendero de crecimiento sostenido, la evolución del shale oil aparece como un pilar clave para apuntalar la balanza energética y fiscal, especialmente si se logra avanzar en la industrialización local de hidrocarburos, logística eficiente y proyectos de valor agregado.