
Diario de minería, petróleo y campo.
Argentina es uno de los pocos países en desarrollo que ha logrado construir una cadena nuclear completa, desde la exploración de uranio hasta la exportación de reactores de investigación. Con tres centrales nucleares en operación y una cuarta en proyecto, el país ha consolidado su experiencia en un sector que ofrece energía limpia, constante y de alto valor estratégico.
Un rol clave en la matriz energética
Actualmente, las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse aportan alrededor del 6% de la electricidad nacional. A diferencia de las fuentes renovables, la energía nuclear garantiza generación constante las 24 horas, lo que la convierte en un complemento ideal para una matriz diversificada.
La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) es la operadora de las centrales, mientras que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) lleva adelante proyectos de investigación, desarrollo, formación de recursos humanos y producción de insumos estratégicos.
Cuarta central y reactor modular: próximos pasos
Argentina planea avanzar con Atucha III, un proyecto que contempla la construcción de una nueva central con tecnología china Hualong One. Aunque el proyecto ha enfrentado demoras por cuestiones de financiamiento y negociaciones contractuales, sigue en la agenda energética nacional como pieza clave para aumentar la participación nuclear.
En paralelo, la CNEA impulsa el desarrollo del CAREM, el primer reactor modular de potencia diseñado y construido íntegramente en Argentina. Este tipo de reactores (SMR, por sus siglas en inglés) son más pequeños, más seguros y más flexibles, y representan una de las tendencias más prometedoras a nivel global. El prototipo de CAREM se construye en Lima, Buenos Aires, y su avance es observado con interés por varios países.
Más que electricidad: medicina, ciencia y exportación
La energía nuclear en Argentina no se limita a generar electricidad. También tiene un fuerte impacto en:
- Medicina nuclear: el reactor RA-3, operado por la CNEA, produce radioisótopos utilizados en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, como el cáncer o patologías cardíacas.
- Investigación científica: reactores de investigación, aceleradores y centros de irradiación permiten desarrollar nuevos materiales, estudiar estructuras moleculares y capacitar técnicos y científicos.
- Exportación de tecnología: la empresa estatal INVAP ha diseñado y exportado reactores de investigación a países como Australia, Egipto y Argelia, consolidando a la Argentina como un referente tecnológico nuclear del mundo en desarrollo.

Potencial estratégico en expansión
Argentina podría aprovechar aún más su capacidad nuclear para:
- Reducir emisiones: la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero durante su operación. En un contexto de cambio climático y transición energética, puede ser una aliada clave para cumplir con compromisos ambientales.
- Desarrollar cadenas de valor: relanzar la minería de uranio, integrar proveedores industriales, y fomentar el desarrollo de servicios asociados a la ingeniería nuclear.
- Exportar conocimiento: consolidar su oferta de formación, asistencia técnica y diseño de reactores para países que buscan incorporar energía nuclear en sus matrices.

Desafíos pendientes
Pese a sus fortalezas, el sector enfrenta desafíos:
- Marco regulatorio y político: se necesitan decisiones claras y sostenidas en el tiempo para avanzar en proyectos estratégicos como Atucha III o el CAREM.
- Financiamiento e inversión: la magnitud de las obras nucleares exige esquemas financieros estables, alianzas internacionales y planificación a largo plazo.
- Opinión pública y comunicación: la energía nuclear aún genera resistencias por desconocimiento o temores heredados. Es clave fortalecer una comunicación basada en evidencia científica, que informe y desmitifique.
Un futuro con sello argentino
Con su red de instituciones, científicos, ingenieros y tecnólogos, Argentina está en condiciones de expandir su liderazgo nuclear, tanto dentro del país como en el escenario internacional. En un mundo que busca energía limpia, segura y confiable, la energía nuclear argentina tiene mucho para ofrecer.