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La embarcación transportaba autos nuevos desde China a México. El fuego comenzó por una batería de litio y encendió las alarmas sobre los riesgos del transporte marítimo de vehículos eléctricos.
Un buque carguero que transportaba unos 3.000 automóviles, incluidos 70 vehículos eléctricos y 680 híbridos, se hundió en el océano Pacífico luego de un incendio originado por una batería de litio, en un incidente que reabre el debate sobre los riesgos logísticos y ambientales del transporte de autos eléctricos. El barco, de bandera liberiana, fue abandonado por su tripulación tras el siniestro y finalmente se hundió a 5.000 metros de profundidad, con más de 1.800 toneladas de combustibles a bordo.
El Morning Midas, de 183 metros de eslora, zarpó el 26 de mayo desde el puerto de Yantai, China, rumbo al puerto mexicano de Lázaro Cárdenas, en Michoacán. Estaba previsto que arribara el 15 de junio, pero el 3 de junio, la Guardia Costera de Estados Unidos recibió una alerta de emergencia: un incendio de gran magnitud se había desatado a bordo, a 490 km al suroeste de la isla Adak (Alaska).
Evacuación, deriva y colapso
El fuego —presuntamente originado por la batería de uno de los autos eléctricos transportados— se propagó rápidamente por la cubierta de vehículos. Las condiciones climáticas impidieron el combate efectivo del incendio, por lo que los 22 tripulantes fueron evacuados y la nave quedó a la deriva, sin posibilidad de rescate. Días después, producto de los daños estructurales y filtraciones en el casco, el buque colapsó y se hundió en aguas internacionales.

La embarcación era operada por Zodiac Maritime, una empresa londinense de logística marítima. La compañía confirmó el hundimiento y desplegó dos remolcadores de salvamento con equipos para control de contaminación, además de un tercer buque especializado en respuesta ambiental.
Riesgo ecológico
El hundimiento se produjo con la carga completa y el combustible a bordo, lo que podría derivar en uno de los mayores desastres ecológicos recientes en transporte marítimo, según fuentes ambientales citadas por medios internacionales. La pérdida de vehículos con baterías de litio, materiales tóxicos y combustibles plantea interrogantes sobre las consecuencias para la biodiversidad marina en una zona clave del Pacífico Norte.
Las autoridades estadounidenses y mexicanas, así como organizaciones internacionales, ya trabajan en la evaluación del impacto ambiental.
Baterías de litio: el talón de Aquiles de la electromovilidad marítima
Este no es el primer incidente asociado al transporte marítimo de vehículos eléctricos o híbridos. En 2023 y 2022 hubo casos similares con buques incendiados por baterías de litio, lo que llevó a algunas compañías navieras a modificar protocolos de carga o incluso restringir este tipo de transporte sin medidas adicionales de seguridad.
Especialistas advierten que, en condiciones de alta humedad o con contacto con agua salada, las baterías de ion litio pueden desestabilizarse térmicamente, provocando incendios de difícil control.
Un revés logístico y una señal de alerta
El caso del Morning Midas genera preocupación en el sector logístico global, donde la electromovilidad avanza pero todavía enfrenta desafíos tecnológicos y regulatorios. La ausencia de normas homogéneas para el transporte de este tipo de carga, especialmente en buques de bandera internacional, deja a muchos actores expuestos a riesgos con consecuencias millonarias.
Además del golpe económico por la pérdida de 3.000 autos nuevos, el incidente obliga a revisar las condiciones de seguridad industrial y refuerza la necesidad de estándares internacionales para el transporte marítimo de vehículos eléctricos.