Alrededor de 100 activistas, voluntarios y ciudadanos encabezados por Greenpeace se reunieron en el Puerto de Veracruz para protestar contra la minería de aguas profundas y exigir al gobierno mexicano una postura firme para proteger el «océano global«.
Construyendo la forma de un pulpo con linternas debajo de sombrillas, el capítulo mexicano de la ONG anunció el lanzamiento de una nueva campaña contra la extracción de minerales del fondo marino.
«Debemos detener la minería de aguas profundas antes de que empiece«, declaró en el acto Ruth Ramos, responsable de la campaña Stop Underwater Mining. «Todavía se necesita más investigación para entender cómo funcionan la biodiversidad y los ecosistemas en el fondo del océano, sin embargo, ya sabemos lo suficiente para entender que la minería de aguas profundas es incompatible con un futuro sostenible«.
Ya en noviembre, activistas de Greenpeace de México y Aotearoa (Nueva Zelanda) se enfrentaron, frente a las costas de Manzanillo, en el occidental estado de Colima, al buque minero de aguas profundas Hidden Gem, encargado por The Metals Company, cuando regresaba a puerto desde el Pacífico.
El buque de perforación pasó ocho semanas realizando pruebas mineras en la zona Clarion Clipperton, un tramo de 5.000 kilómetros entre México y Hawai, y al parecer extrajo y elevó a bordo 3.000 toneladas de nódulos polimetálicos del fondo marino. Los nódulos polimetálicos son depósitos ricos en cobre, cobalto, níquel, manganeso y otros minerales esenciales.
La minera canadiense ya tiene dos contratos de exploración en la zona y ha afirmado que su licencia alberga suficiente metal in situ para 280 millones de vehículos eléctricos.
Llamado a la acción internacional
En el acto celebrado en Veracruz, Ramos y el resto de participantes hicieron un llamamiento al ministro de Asuntos Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y al embajador en Jamaica, Juan José González Mijares, para que apoyen una moratoria de la minería de aguas profundas en la próxima reunión de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA).
La ISA ha fijado como fecha límite julio de 2023 para promulgar la normativa sobre minería de los fondos marinos.
Sin embargo, un número creciente de países como Alemania, Francia, España, Chile, Costa Rica, Nueva Zelanda, Panamá, Palaos, Samoa, Fiyi y Micronesia, entre otros, han pedido al organismo afiliado a Naciones Unidas que no se precipite.
Ruth Ramos señaló que la moratoria detendría cualquier intento de legalizar la minería de aguas profundas hasta que se disponga de más datos sobre sus impactos negativos en el fondo marino y las especies que viven en él o cerca de él.
La activista también señaló que el artículo 20 de la nueva Ley Minera de México prohíbe la minería de aguas profundas en aguas mexicanas y que, por lo tanto, tiene sentido impulsar una moratoria, ya que todos los océanos están interconectados y deben ser protegidos desde todos los rincones del mundo.
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