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La Unión Europea (UE) se prepara para aprobar un decimoctavo paquete de sanciones contra Rusia, buscando limitar aún más su capacidad para financiar la invasión de Ucrania.
Las nuevas medidas, según fuentes cercanas a la propuesta, pondrían el foco en la infraestructura energética y el sector financiero ruso, con especial atención en el gasoducto Nord Stream y un nuevo límite al precio del petróleo.
Este anuncio llega un mes después de la aprobación del anterior paquete de sanciones y tras un ultimátum conjunto de líderes europeos y estadounidenses que no logró detener la escalada de los ataques rusos. La Comisión Europea busca mantener la presión económica sobre Moscú.
Objetivos clave del nuevo paquete de sanciones
Según informes de Politico y Financial Times, las nuevas sanciones de la Unión Europea apuntarían directamente a las empresas vinculadas a los gasoductos Nord Stream. Aunque el principal gasoducto de suministro de gas ruso a Europa permanece cerrado indefinidamente desde septiembre de 2022, la propuesta de la Comisión Europea buscaría la prohibición total del uso de la infraestructura energética rusa, eliminando cualquier esperanza de futuros proyectos o inversiones en estas estructuras.
Además, el paquete incluiría un ajuste en el límite de precio del barril de petróleo ruso, reduciéndolo de 60 a 45 dólares. Las sanciones también se dirigirían a bancos clave que el Kremlin utiliza para el movimiento de fondos a nivel internacional, endureciendo el cerco financiero sobre Rusia.
Obstáculos previstos en la aprobación
La implementación de este nuevo paquete de sanciones requiere la unanimidad de los 27 Estados miembros de la UE. Sin embargo, se anticipan posibles vetos y resistencias, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Eslovaquia, a través de su primer ministro Robert Fico, ya ha manifestado su intención de bloquear cualquier medida que afecte la importación de combustible nuclear ruso, vital para sus centrales energéticas.

Asimismo, la posición de Hungría, liderada por Viktor Orbán, es motivo de atención. Históricamente, Hungría ha mostrado reticencia a ciertas sanciones, llegando a bloquear el decimoséptimo paquete de sanciones individuales hasta que se acordaron ciertas exclusiones.
El precedente del decimoséptimo paquete: la «flota fantasma» en la mira
El decimoséptimo paquete de sanciones, aprobado hace menos de un mes, tuvo como objetivo principal la «flota fantasma» rusa, una red de barcos utilizada para evadir las sanciones comerciales, especialmente las relacionadas con el petróleo.

Este paquete también incluyó sanciones individuales a personas y empresas vinculadas a la financiación del esfuerzo militar de Moscú. Se estableció una nueva base jurídica para perseguir embarcaciones que destruyen infraestructura submarina y se castigó a quienes facilitan la financiación de la guerra en Ucrania, así como a varios medios de propaganda pro-Kremlin.