El Starship, el megacohete desarrollado por SpaceX, explotó durante una prueba de rutina en la base Starbase, ubicada en Texas (EE.UU.), sin que se registraran heridos. La propia compañía confirmó que el incidente se produjo cuando el vehículo se preparaba para la décima prueba de vuelo.
«El Starship sufrió una anomalía mayor mientras estaba en un banco de pruebas. Todo el personal está sano y salvo», informó la empresa en sus canales oficiales.
Las autoridades del condado de Cameron también ratificaron el incidente, al que calificaron como “falla catastrófica”, y difundieron imágenes que muestran una fuerte luminosidad seguida de una gran explosión mientras el cohete permanecía anclado en el sitio de pruebas.
El incidente no involucraba un lanzamiento programado, sino pruebas técnicas de componentes clave, parte del proceso habitual en el desarrollo de este sistema que promete ser el más poderoso jamás construido.
Starship: el proyecto insignia de SpaceX
El Starship es el vehículo que SpaceX proyecta utilizar para misiones de transporte interplanetario, incluido el esperado viaje tripulado a Marte, así como futuros vuelos dentro del programa Artemis de la NASA, destinado a establecer una presencia sostenida en la Luna.
Con una capacidad de carga superior a cualquier cohete anterior, el Starship es central para los planes de expansión espacial tanto comerciales como institucionales, y representa uno de los desarrollos tecnológicos más ambiciosos de la industria aeroespacial global.
Riesgos tecnológicos y desarrollo industrial
Las explosiones durante fases de prueba no son inusuales en proyectos de esta magnitud, donde se ensayan componentes bajo condiciones extremas. SpaceX ha convertido estos aprendizajes en parte integral de su cultura de ingeniería iterativa, que prioriza mejoras constantes sobre resultados inmediatos.
La compañía confirmó que continuará con el programa de ensayos para alcanzar la madurez del sistema.
