Once personas fueron detenidas por la policía chilena tras ser sorprendidas robando cuatro sacos de concentrado de cobre de la mina Escondida de BHP, en el norte de Chile, la mayor del mundo.
Sin embargo, los ladrones planeaban robar mucho más metal, ya que llevaban consigo 325 sacos vacíos, además de herramientas como cinceles, palas y tamices.
El grupo fue descubierto cuando una unidad de la policía pasaba el sábado por la ruta B475 de Antofagasta y detectó actividades inusuales en la mina.
Al ser interrogados sobre su presencia en la explotación, los hombres no dieron explicaciones. La policía, entonces, se puso en contacto con la dirección de Escondida, que confirmó que los intrusos no eran empleados de BHP.
Los hombres fueron llevados a la fiscalía de Antofagasta, que remitió el caso al tribunal penal competente. Fueron acusados de robo en lugar habitado, detenidos durante unas horas y luego puestos en libertad.
Según la policía, cinco de las personas implicadas en el incidente eran chilenos con un largo historial de delitos; otros cinco eran venezolanos indocumentados y uno de ellos era un colombiano indocumentado.
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