
Diario de minería, petróleo y campo.
El shale oil lideró el crecimiento en 2024 y consolida a la Cuenca Neuquina como el núcleo energético argentino.
Durante 2024, Vaca Muerta captó tres de cada cuatro dólares invertidos en el sector hidrocarburífero argentino. La formación no convencional ubicada en la Cuenca Neuquina absorbió el 76% de las inversiones totales en exploración y producción (upstream), según un informe de Aleph Energy basado en datos oficiales de la Secretaría de Energía.
Más inversión, pero con nuevo enfoque
En total, el sector inyectó 12.800 millones de dólares en exploración y producción de petróleo y gas, marcando un crecimiento interanual del 10%. Este aumento estuvo impulsado casi exclusivamente por el petróleo, que creció un 21% frente a 2023, mientras que el gas natural retrocedió un 39%, reflejando un cambio en las prioridades estratégicas del sector.
El 77% de la inversión total se destinó al desarrollo de petróleo, frente a un 23% dirigido al gas, consolidando la preeminencia del crudo en las decisiones de las operadoras. Además, apenas un 4,5% del capital fue destinado a exploración, lo que revela una marcada orientación hacia la producción en áreas ya conocidas.
El dominio neuquino
La Cuenca Neuquina no solo concentra los mayores recursos no convencionales del país, sino que también explica el 78% de la inversión total a nivel nacional. La provincia de Neuquén lidera ampliamente el ranking con 9.700 millones de dólares, seguida muy por detrás por Chubut (1.222 millones) y Santa Cruz (794 millones).
El foco está puesto en el shale oil, cuya producción creció un 47% en términos interanuales, en contraste con la caída del 28% registrada en el segmento convencional. La mejora en la infraestructura de evacuación —como oleoductos y terminales de exportación— ha sido clave para escalar la producción en Vaca Muerta y sostener el crecimiento.
Retroceso del convencional y offshore estable
El segmento convencional sigue perdiendo terreno: las inversiones cayeron un 22% respecto al año anterior. Esta contracción responde, entre otras causas, al retiro de operadoras de áreas maduras y desinversiones como la del Proyecto Andes de YPF.
Por su parte, el offshore convencional mantuvo su participación con un 5,5% del total invertido, gracias a iniciativas como la finalización del Proyecto Fénix en la Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1), prevista para fines de este año, y las campañas sísmicas derivadas del Concurso Abierto 2018.
Proyecciones 2025: más shale, menos convencional
De cara a 2025, Aleph Energy anticipa una profundización en la caída de inversiones en el segmento convencional. Algunas áreas clave aún no cuentan con estimaciones de inversión, entre ellas concesiones históricas como Los Perales–Las Mesetas, Cañadón León–Meseta Espinosa y El Guadal–Loma del Cuy.
El panorama indica una reconfiguración estructural del mapa hidrocarburífero argentino, con el eje puesto en el desarrollo no convencional. Vaca Muerta ya no es una promesa: es el pilar actual y futuro del sector energético nacional.