Now Reading
Esquel: El ciclo de las promesas productivas que nunca llegan

Esquel: El ciclo de las promesas productivas que nunca llegan

La ciudad de Esquel, en la provincia de Chubut, se ha convertido en un caso emblemático del eterno vaivén entre el rechazo a ciertos desarrollos productivos —especialmente la minería— y la promoción de supuestas alternativas que, en la práctica, jamás logran despegar.

Este fenómeno no es nuevo, pero se repite con llamativa persistencia: cada vez que se intenta reabrir el debate sobre la minería, emergen voces que proponen modelos productivos alternativos que, o bien son inviables técnica y económicamente en el territorio, o bien requieren del sostén estatal constante para no desaparecer en poco tiempo.

Una historia marcada por la negativa

Desde el histórico plebiscito de 2003 que frenó el desarrollo del proyecto minero de oro y plata en las afueras de Esquel, el discurso antiminero se ha consolidado como un símbolo de identidad local. Bajo el argumento de la defensa del ambiente y del “modelo productivo alternativo”, se ha instalado una férrea resistencia no sólo a la minería, sino a cualquier discusión sobre su posible viabilidad con nuevas tecnologías, mayores controles y criterios de sustentabilidad.

Sin embargo, lo llamativo es que cada intento por hablar de minería ha sido respondido con la promoción de actividades alternativas que, si bien suenan bien en el papel, no se corresponden con las condiciones geográficas, logísticas ni de mercado de la región, como la cría de choiques, o la cría de guanacos para obtener lanas del pelo de guanaco, propuesta por los antimineros.

Actividades alternativas: muchas promesas, pocos resultados

A lo largo de los años se han mencionado emprendimientos agroecológicos, polos tecnológicos, turismo rural autosustentable, parques productivos, y hasta cultivos exóticos que jamás lograron desarrollarse con escala, rentabilidad ni continuidad. Lo común en todos estos casos es la necesidad de subsidios públicos constantes para mantener proyectos que no generan empleo genuino ni aportes reales al desarrollo regional.

El turismo, que muchas veces se presenta como el gran argumento alternativo, también enfrenta serias limitaciones: es estacional, depende del clima y del acceso, y requiere una infraestructura que muchas veces no está disponible o se encuentra deteriorada. Además, no tiene la capacidad de absorber la demanda de empleo estable y calificado que necesita la región.

El mito productivo de Esquel: Entre utopías y subsidios

Hoy, aunque la minería no está oficialmente en agenda, el actual intendente de Esquel vuelve a instalar el discurso de las “actividades productivas alternativas”. Nuevos proyectos son anunciados con entusiasmo, pero poco se dice sobre su financiación, su viabilidad técnica o su capacidad para generar impacto real en la economía local. La historia reciente sugiere que estos anuncios se transformarán, una vez más, en emprendimientos ineficientes, subsidiados y sin proyección.

See Also

El intendente de Esquel explicó que se están elaborando ordenanzas que buscan fomentar proyectos productivos en zonas rurales.

El problema no es solamente la falta de resultados, sino la imposibilidad de discutir con seriedad otras opciones como la minería moderna, regulada y controlada, que sí ha demostrado generar recursos, empleo, infraestructura y desarrollo en otras regiones del país y del mundo.

¿Y si se pudiera discutir en serio?

No se trata de imponer un modelo productivo por encima de otro, sino de permitir que exista una discusión abierta, honesta y basada en datos sobre las posibilidades reales de desarrollo. Hoy, Esquel está atrapada en una lógica circular: se impide el debate sobre minería con la promesa de alternativas que no prosperan, y cuando esas fracasan, se vuelve a comenzar el mismo ciclo sin resultados concretos.

La pregunta que queda flotando es si la comunidad está dispuesta a seguir apostando por lo imposible o si, por fin, se podrá dar una conversación madura y profunda sobre qué tipo de desarrollo necesita realmente la región.

What's Your Reaction?
Me gustó esta nota
2
No me gustó esta nota
0