Diario de minería, petróleo y campo.
El titulo corresponde a una frase de uno de los tantos capítulos de los Simpson, una de las series animadas más famosas del mundo. Sin embargo, la idea no es hablar de la familia amarilla, sino usar la frase como una analogía de lo que es y lo que es, pero no molesta.
Resulta ser que, durante la semana, un grupo de autoconvocados por el no a la minería vienen celebrando los 20 años de un plebiscito histórico que se realizo en Esquel hace 2 décadas atrás, donde la comunidad mediante el voto decidió de forma no vinculante ni obligatoria, que no quería un proyecto minero que era propuesto para hacerse a cielo abierto y con uso de cianuro, como ocurre en cualquier parte del mundo hace más de 100 años.
Ahora bien, mas allá de esta decisión que tomo la comunidad en ese momento, comenzaron los slogans curiosos como…. «El agua vale más que el oro», «la montaña sigue de pie» y «no a la contaminación», entre otras.
Si bien los slogans siguen vigentes y se reproducen todos los 4 de cada mes, parece que la frase de que “el agua vale más que el oro” quedo en una mera frase panfletaria, divina para reproducir, pero no importándole realmente la contaminación del agua. Porque resulta que una empresa, que trabaja con el turismo, también montada al discursillo panfletario del no a la mina, (dicen desde hace 20 años que podemos vivir del turismo), llego a un acuerdo con la justicia para pagar una multa de solo 2 millones de pesos acusada por contaminar, el Parque Nacional los Alerces mediante la carga y descarga de combustible, sobre el suelo y el agua del lugar entre enero del 2017 y noviembre del 2021.
Una vez más, los pseudoambientalistas dejaron en claro que en realidad no les interesa el ambiente, sino que no haya minería en la provincia de Chubut, sino… ¿Cómo se explica que una empresa dedicada al turismo llevaba años contaminando el agua de un área protegida y los defensores del agua no le dedicaron una marcha en contra?