El Consejo Federal de Minería (Cofemin) firmó un convenio con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), para trabajar en la generación de seguimientos de la actividad minera a partir de imágenes satelitales ópticas y de radar, como parte de la necesidad de modernización que el sector exige para trazar el mejor camino productivo y sustentable.
El principal objetivo que se persigue es que la actividad minera, tan necesaria como vital para el desarrollo de la República, cuente con una herramienta ágil para el seguimiento de la arquitectura minera en cada emprendimiento y que la misma se mantenga dentro de los perímetros autorizados, explicó el Consejo en un comunicado en el que informó la firma del convenio.
El convenio pretende trabajar en la generación de seguimientos de la actividad minera a partir de imágenes satelitales ópticas y de radar, lo que posibilitará ejercer un control más eficiente tomando en cuenta la gran superficie de los territorios provinciales, y las distancias y ubicaciones geográficas de las minas o canteras que en ciertos momentos están en actividad simultáneamente a lo largo y ancho de cada una de las provincias.
Actualmente, la actividad minera se está desarrollando de diversas formas en cada una de las 23 provincias que componen el territorio nacional, y se considera fundamental la trazabilidad de los recursos que en cada jurisdicción se desarrolla.
El seguimiento satelital y regular dará un panorama real y tangible de la ubicación y tamaño de los emprendimientos mineros en el territorio de cada una de las provincias, contribuyendo a la cuantificación de la actividad minera y a la generación de las acciones necesarias para su correcto desarrollo, ayudando a garantizar el cuidado ambiental, social y productivo.
Además, la información que se genere referida a rasgos geológicos de estructuras, litologías, vegetación, topografía relativa, vías de acceso, infraestructuras, ubicación geográfica a los centros de consumo, mercados, entre otras variables permitirá también armar políticas de crecimiento, por un lado, y de posibilidad o imposibilidad de beneficiar un recurso natural por el otro, ahorrando esfuerzos y divisas que muchas veces son mal utilizadas.
Este objetivo general, incluye también los datos que el Estado, sin ahondar en lo exploratorio, puede brindar a sus administrados, generando así políticas precisas en materia minera en todo el país.
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