Las exportaciones peruanas de cobre cayeron un 20% en los dos primeros meses del año, a medida que aumentaba la producción, dejando a los mineros con existencias cada vez mayores y contribuyendo a la escasez de suministros mundiales.
El segundo productor mundial de cobre se recupera de los peores disturbios sociales de las últimas décadas, que provocaron contracciones económicas consecutivas en enero y febrero. Mientras tanto, la producción de cobre aumentó un 5% en el mismo periodo.
Aunque los disturbios casi han desaparecido, los mineros se enfrentan a un nuevo reto: trasladar decenas de miles de toneladas de concentrado de cobre desde los Andes a los puertos marítimos para su transporte y venta.
MMG Ltd. dijo en marzo que tenía 85.000 toneladas de cobre almacenadas en su mina de Las Bambas y que tardaría hasta el último trimestre del año en embarcarlo todo.
Las exportaciones de Las Bambas fueron las más afectadas por los disturbios, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú. La empresa envió un 55% menos de cobre en los dos primeros meses de este año que en el mismo periodo de 2022.
Las tres principales mineras de cobre también registraron descensos de dos dígitos. Las exportaciones de Antamina, copropiedad de BHP Group Ltd., Glencore Plc. y Teck Resources Ltd., cayeron un 11%. Las exportaciones de Cerro Verde, de Freeport-McMoran Inc., cayeron un 24%, mientras que las de Southern Copper Corp., del Grupo México, cayeron un 23%.
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