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Como resultado de la actual crisis energética en toda Europa, Suiza está considerando la posibilidad de prohibir el uso de coches eléctricos para fines no esenciales.
Los propietarios de Tesla, Volts y otros coches eléctricos en Suiza podrían verse pronto obligados a tomar el autobús, ya que el país está considerando la posibilidad de prohibir parcialmente el uso de vehículos eléctricos como parte de una serie de medidas destinadas a ahorrar electricidad.
Al igual que otros países europeos, la situación energética de Suiza se está viendo afectada por la retirada de Rusia del mercado energético europeo, y el país parece especialmente preocupado por el suministro de electricidad.
En consecuencia, según un informe del periódico suizo 20 Minuten, el gobierno del país ha elaborado una serie de medidas de emergencia destinadas a reducir la tensión en la red eléctrica para su uso en casos de emergencia.
Aunque también se prevén medidas como la limitación de la velocidad total de los coches, la reducción de los horarios de apertura de los comercios y la cantidad de calefacción permitida en los locales nocturnos, en el plan de ahorro de energía del gobierno se incluye la prohibición del uso de coches eléctricos para fines no esenciales.
«El uso privado de los coches eléctricos sólo está permitido para los desplazamientos absolutamente necesarios (por ejemplo, para las prácticas profesionales, las compras, la visita al médico, la asistencia a actos religiosos, la asistencia a citas judiciales)«, se lee en un comunicado del Gobierno sobre la restricción.
El gobierno suizo parece esperar que estas medidas le permitan evitar el «corte de carga» – cortar el suministro eléctrico a determinados clientes – en caso de que la electricidad escasee.
Aunque las amenazas del gobierno suizo hacia los coches eléctricos parecen ser únicas, la situación general en la que se encuentra el país en lo que respecta a la escasez de energía está, por desgracia, lejos de ser inusual.
Desde que Rusia se retiró en gran medida del mercado energético del continente, las naciones europeas han tenido serias dificultades para asegurar su suministro de energía, y varios países del continente temen sufrir apagones este invierno.
Por ejemplo, Alemania, en particular, parece estar en una situación muy difícil en lo que respecta a la disponibilidad de gas y electricidad, y las autoridades del país se están preparando activamente para posibles apagones en caso de que la situación empeore.
Francia también puede enfrentarse a un invierno difícil, ya que el zar de la red energética francesa, Xavier Piechaczyk, advirtió recientemente que existía una amenaza muy real de que se produjeran apagones en el país.
El portavoz del Gobierno, Olivier Veran, parece querer restar importancia a la advertencia, subrayando que no debería haber ningún problema mientras el público en general haga caso a las peticiones de ahorro de energía.
«No estamos anunciando a los franceses que vaya a haber cortes«, dijo el funcionario, aunque advirtió que no podía descartar «cortes de carga» si no se ahorra.