Es el séptimo mes consecutivo de caída en los volúmenes. Los precios aún deben subir por encima de la inflación por cuestiones impositivas.
Por séptimo mes consecutivo y como producto de la recesión, las ventas de combustibles en las estaciones de servicio volvieron a caer en junio. Esta vez la baja fue del 12,05% interanual y resultó más pronunciada que la de mayo, cuando la merma en los surtidores había sido del 8%, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación. En este contexto, la variante menos consumida por los automovilistas sigue siendo la nafta premium, de mayor valor.
El mes pasado, el volumen de ventas se desplomó en todas las variantes de combustibles: en el gasoil, la caída fue del 16,72% y en las de diesel, de 9,04%.
Según datos oficiales, la caída de volumen llega al 10% en el año cayó
6,27% y la premium registró una caída del 20,61%.
El menor consumo en las estaciones de servicio está directamente vinculado a los precios que vienen aumentando en los últimos meses, entre otras razones, por la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Desde que comenzó el año, por caso, la nafta súper acumula un aumento del 34,6%. La última vez que se aplicaron subas por parte de las petroleras fue en los primeros días de julio, cuando la nafta súper trepó a los $ 941; la premium a $ 1162 por litro, el gasoil a $ 980 y eurodiesel a $ 1244. Según un informe de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), los vehículos que funcionan exclusivamente a nafta representan el 60% del total. Aquellos propulsados con diesel constituyen el 25% de la flota y experimentaron una disminución importante desde el 2010, cuando representaban el 37%.
Por otro lado, los autos a convertidos a GNC, la opción más económica para quienes recorren distancias más largas en forma frecuente (y cuesta aproximadamente 50% menos que la nafta) conforman el 11% del parque automotor.
Las estaciones de servicio ven con preocupación la caída en los volúmenes vendidos desde que comenzó el año y el gobierno de Javier Milei, liberó todos los precios, incluidos los de los combustibles. Los estacioneros temen, en especial por el negocio en un contexto de pérdida del poder adquisitivo de los automomovilistas y cuando, además, se proyecta una inminente nueva suba de los precios para agosto.
Según las cifras de la Secretaría de Energía, en el primer semestre del año versus el mismo lapso del año anterior, la caída en los volúmenes vendidos de naftas acumula una baja del 8,24% y las de gasoil, una merma del 10,64%.