Mucho se habla de las emisiones de CO2 de generación por hidrocarburo (gas, carbón, Fueloil, etc) y algo he visto hablar de la huella de carbono de las energías “limpias” (energía solar, energía eólica, etc).
Pero de lo que menos he encontrado información es sobre “¿Qué hay después?” de las energías renovables.
Pero de lo que menos he encontrado información es sobre “¿Qué hay después?” de las energías renovables.
Somos muy conscientes del “residuo” de la generación nuclear (En España nunca en la historia se ha derramado un desecho radiactivo al mar, por el tipo de reactores) como barras combustibles decaídas o agua de refrigeración y su enterramiento.
Ahora, poco se piensa en qué pasa con un panel fotovoltaico o una pala de un aerogenerador cuya vida útil llegó a su fin.
Creo que esta imagen es la más representativa, así, en una primera parte, durante muchos años la basura simplemente se enterraba. Con el tiempo fuimos desarrollando técnicas y conciencia por el reciclaje, lo mismo está pasando hoy con las energías renovables.
Creo que hoy estamos en la primera parte con las energías “verdes”.
Si bien es sabido que los metales son infinitamente reciclables, y por lo tanto, sabemos que la mayor parte de las partes de los generadores se pueden reciclar.
Pero hay otro punto sobre le energía eólica, el de las palas o aspas de los aerogeneradores, que son el principal elemento que convierte la fuerza del viento en torque para el generador.
Estas mismas están hechas principalmente de fibra de vidrio y, para peor, son diseñadas para resistir ráfagas de viento, huracanes, lluvias intensas, nieves y/o cualquier otra inclemencia climática que pueda suceder en la zona de instalación, por lo cual, ya de base, son muy difíciles de destruir en pequeñas partes.
Y digo destruir en pequeñas partes porque hoy es casi lo único que podemos hacer. Reciclar en forma de «ladrillos»implica básicamente moler la pala lo más fino posible, para aglomerar bajo presión y hacer un ladrillo de construcción.
Para lo cual, el día que esa pared o piso se cambie, ese ladrillo de fibra de vidrio, en el fondo, va a terminar en el basurero, es decir, no reciclamos nada, solo le dimos más vida útil.
Lo que no estamos teniendo a la vista, es que nada es gratis
Pensémoslo así, una botella se rompe y se vuelve a fundir, produciendo otro plástico u otra botella. En este caso es imposible separar la fibra de vidrio de la resina epoxi con la que se forma el compuesto, por lo que molerlo termina siendo la única solución, y que por la poca información con la que se cuenta, evidentemente no son más que pruebas de concepto, dado que hoy, lo único viable, parece ser enterrarlas.
Y no estamos hablando en este punto de buenas intenciones, porque de eso el mundo está lleno. Muchos ecologistas, al ver que no es viable el reciclaje de las palas de los aerogeneradores, proponen que el gobierno intervenga para dar una solución.
Esto ya no es que pasa a ser inviable, si no que la inviabilidad pasa a formar parte sistémica del modelo. Cuando una ley hace efectiva algo como esto, estamos aceptando que toda la eficiencia de nuestro sistema caiga.
¿Esto significa, que la energía eólica es mala?
No, para nada, lo que me parece que debemos contemplar es balance.
Todos queremos que al presionar la tecla, la luz se prenda. Damos por sentado que al enchufar el cargador, tendremos nuestro teléfono al 100% y pretendemos que nuestro «Tesla» sea cargado rápidamente en una estación de carga rápida.
Lo que no estamos teniendo a la vista, es que nada es gratis, o quemamos fuel oil, o carbón, o hacemos una represa, o enterramos residuos nucleares y palas de aerogenerador. Nos guste o no, todo genera impacto.
Texto de opinion en base al articulo para Agenda Industrial.
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