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La mayoría de los compradores de automóviles de EE. UU. no están interesados en adquirir vehículos eléctricos, con incentivos o sin ellos, según advirtió el martes a la Administración Biden un grupo de concesionarios de automóviles de EE. UU. conocido como La Voz del Cliente EV.
En una carta dirigida al presidente de EE. UU., Joe Biden, La Voz del Cliente EV (EV Voice of the Customer) persuadió a la Administración para que frenara la normativa federal que exigiría que dos tercios de todos los vehículos vendidos en Estados Unidos en 2032 fueran eléctricos, porque sencillamente no es lo que quieren los compradores de automóviles, ni siquiera con los incentivos actuales.
El grupo, formado por 3.700 concesionarios repartidos por los 50 estados y que abarca las principales marcas de automóviles, afirma que los inventarios de vehículos eléctricos en los concesionarios crecen a medida que los inventarios superan a la demanda.
“La realidad es que la demanda de vehículos eléctricos hoy en día no está a la altura de la gran afluencia de BEVs que llegan a nuestros concesionarios impulsados por la normativa actual. Los BEV se están acumulando en nuestros concesionarios”, decía en parte la carta.
Según EV Voice of the Customer, la razón de la renuencia de los compradores de automóviles a adquirir vehículos eléctricos se debe al precio todavía elevado, incluso con incentivos, y al hecho de que la mayoría de los compradores no tienen garaje.
Otras preocupaciones citadas son la insuficiente infraestructura de recarga, la inestabilidad de la red energética y los minerales críticos necesarios para fabricar las baterías de los vehículos eléctricos.
El grupo calificó la presión federal de “draconiana”, recomendando en su lugar que la Administración «dé tiempo al consumidor estadounidense para que se sienta cómodo con la tecnología y tome la decisión de comprar un vehículo eléctrico».
La carta reconocía que el atractivo de los EVs crecerá con el tiempo. “Los primeros en adoptarlos formaron una cola inicial y estaban listos para comprar estos vehículos en cuanto los tuvimos a la venta”.
Pero ese entusiasmo se ha estancado. Hoy en día, la oferta de BEVs sin vender está aumentando, ya que no se están vendiendo tan rápido como están llegando a nuestros concesionarios, incluso con grandes recortes de precios, incentivos de los fabricantes y generosos incentivos del gobierno.