Nuevos experimentos sugieren que puede ser más fácil utilizar la fusión como fuente de energía si se aplica litio líquido a las paredes internas del dispositivo que alberga el plasma de fusión.
El plasma, siendo el cuarto estado de la materia, se distingue de estados más comunes como sólidos, líquidos y gases. Este estado se caracteriza por estar compuesto de un gas extremadamente caliente cuya temperatura es tan elevada que los electrones se disocian de los átomos, formando un conjunto de partículas cargadas eléctricamente. Este conjunto incluye iones positivos y electrones libres.
Una de las propiedades más fascinantes del plasma es su conductividad eléctrica, la cual es sumamente alta comparada con los otros estados de la materia. Esto significa que puede llevar corrientes eléctricas y responder fuertemente a campos electromagnéticos. En la naturaleza, se puede encontrar plasma en fenómenos como los rayos durante una tormenta, el sol y otras estrellas, donde las condiciones de alta temperatura generan este estado de manera natural.
La creación de plasma no está reservada solo para los fenómenos astronómicos o atmosféricos. En laboratorios, por ejemplo, se puede producir plasma mediante dispositivos que elevan la temperatura de un gas. Esta capacidad de generarlo de manera controlada abre la puerta a múltiples aplicaciones tecnológicas, como los televisores con pantallas de plasma, la propulsión de naves espaciales, y en el campo de la medicina, para la esterilización de equipos.
Además, el estudio del plasma tiene un rol crucial en la investigación de la fusión nuclear controlada, un campo que busca replicar los procesos del sol en la Tierra para producir energía de manera limpia y prácticamente inagotable. Aunque todavía es una tecnología en desarrollo, el dominio de la fusión nuclear podría revolucionar las fuentes de energía del futuro.
Los científicos del Laboratorio de Física del Plasma de Princeton (PPPL) están trabajando en soluciones para aprovechar de manera eficiente el poder de la fusión, para ofrecer una alternativa más limpia a los combustibles fósiles.
“El propósito de estos dispositivos es confinar la energía”, explicó en un comunicado Dennis Boyle, físico investigador del PPPL. “Si se tuviera un confinamiento energético mucho mejor, se podrían hacer las máquinas más pequeñas y menos costosas. Eso haría que todo fuera mucho más práctico y rentable, de modo que los gobiernos y la industria quisieran invertir más en ello”.
En experimentos recientes, una capa de litio líquido agregada al interior de la pared del tokamak ayudó a que el plasma se mantuviera caliente en su borde. Mantener un borde caliente es clave para su enfoque único, que los científicos esperan que algún día contribuya al diseño de una planta de energía de fusión.
Los nuevos hallazgos, presentados en una reunión de la División de Física del Plasma de la American Physical Society, son parte del Experimento Beta Tokamak de Litio (LTX-beta) del laboratorio