El mundo industrial vive una transformación sin precedentes. Robots que aprenden de sus errores, máquinas que anticipan fallas y fábricas donde los datos son el nuevo combustible ya no son escenas de ciencia ficción, sino realidades en países que lideran la Cuarta Revolución Industrial.
En Argentina, este proceso avanza de manera desigual, con sectores que ya adoptaron estas tecnologías y otros que aún enfrentan barreras para sumarse al cambio.
Un panorama fragmentado
En los principales polos industriales del país se observan dos realidades paralelas. Por un lado, grandes empresas multinacionales y algunas firmas locales pioneras operan con sistemas de última generación. La industria automotriz muestra ejemplos concretos: en la planta cordobesa de Renault, los operarios trabajan junto a robots colaborativos que asisten en tareas repetitivas, mientras sensores IoT monitorean el estado de las máquinas en tiempo real.
Por otro lado, el universo de las pymes manufactureras –que representan el 70% del empleo industrial– presenta un escenario diferente. Según datos del la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicado en marzo 2024 sólo el 32% de estas empresas utiliza alguna herramienta de digitalización avanzada. Las causas son múltiples: desde la falta de acceso a financiamiento para modernizar equipos hasta la escasez de conectividad robusta en parques industriales del interior.
Campos donde se notan los avances
Tres sectores destacan por su adopción tecnológica:
- Agroindustria: Campos que usan drones para aplicación precisa de fertilizantes, feedlots con chips RFID para seguimiento individual del ganado y silos inteligentes que regulan automáticamente la temperatura y humedad.
- Energía: YPF implementó en sus yacimientos sistemas de analítica predictiva que redujeron un 20% los tiempos de mantenimiento en equipos críticos.
- Alimentos: Empresas como Arcor desarrollaron líneas de producción con visión artificial para control de calidad, eliminando defectos en productos antes del envasado.
Los obstáculos concretos
La transición hacia la industria inteligente tropieza con problemas medibles:
- Infraestructura digital: 4 de cada 10 parques industriales no tienen conexión de fibra óptica, según un relevamiento de la Cámara Argentina de la Industria Electrónica.
- Financiamiento: La tasa de interés para créditos industriales supera el 60% anual, dificultando inversiones en tecnología.
- Capacitación: Solo 12 universidades del país ofrecen carreras específicas en mecatrónica o ingeniería en automatización.
Iniciativas en marcha
El sector público y privado impulsan acciones para acelerar esta transformación:
- El Programa Nacional de Industria 4.0, lanzado en 2022, ya destinó $8.500 millones a 320 proyectos de modernización tecnológica.
- La Cámara Argentina de la Industria del Software reporta un crecimiento del 40% en soluciones IndustryTech desarrolladas localmente en los últimos dos años.
- En Bahía Blanca, el Polo Tecnológico del Sur se convirtió en el primer parque industrial con cobertura 5G dedicada a aplicaciones industriales.
El camino por recorrer
Mientras Alemania destina el 3% de su PBI a I+D industrial y Corea del Sur forma 50.000 especialistas anuales en tecnologías 4.0, Argentina enfrenta el desafío de escalar sus experiencias exitosas a todo el entramado productivo. Los próximos años serán cruciales para determinar si el país logra insertarse en las cadenas de valor globales o si queda confinado a producir con tecnologías del siglo XX para mercados del XXI.
