Mientras los mercados mundiales se tambalean por el reciente ataque de Israel a Irán, y las bolsas cierran en rojo, un país emerge como un beneficiario inesperado de la situación: Rusia.
La nación euroasiática, una potencia tanto en la producción de petróleo como en las reservas de oro, ve cómo la tensión geopolítica le juega a favor en un escenario de incertidumbre.
La primera clave para entender el beneficio de Rusia es el disparo del precio del petróleo. Al ser uno de los principales productores y exportadores de crudo del mundo, un aumento en el barril, como el que hemos visto tras el ataque, significa una inyección de ingresos frescos para las arcas rusas. En un momento de sanciones y presiones internacionales, este incremento en el valor de su principal producto de exportación es un alivio económico significativo.
Las sanciones de la UE: ¿un colador?
Este repunte económico para Rusia, impulsado por la crisis en Oriente Próximo, pone de manifiesto una verdad incómoda: muchas de las sanciones impuestas por la Unión Europea y otros países a Rusia son vulnerables o, al menos, no tan efectivas como se esperaba.
A pesar de los esfuerzos por limitar su economía y su capacidad de acción, la capacidad de Rusia para beneficiarse de los vaivenes del mercado global del petróleo demuestra la dificultad de aislar por completo a un actor tan relevante. El conflicto actual subraya cómo los eventos geopolíticos pueden, irónicamente, brindar un salvavidas económico a quienes se busca debilitar.
El oro, el refugio seguro de Rusia
Pero el petróleo no es el único factor. Rusia es también uno de los países con mayores reservas de oro a nivel mundial. Este metal precioso es considerado un «refugio» en tiempos de crisis, lo que significa que los inversores lo compran cuando los mercados tradicionales (como las bolsas) caen y la incertidumbre aumenta. Justo lo que está ocurriendo ahora.
Con el oro alcanzando precios altos y actuando como un imán para los inversores que buscan dónde proteger su dinero, las importantes reservas de oro de Rusia se valorizan. Esto le da a Moscú una posición financiera más sólida y una mayor capacidad para resistir posibles impactos económicos o nuevas sanciones, algo crucial en el actual clima geopolítico.
Un contexto favorable en tiempos turbulentos
Así, mientras la atención del mundo se centra en la escalada de tensiones en Oriente Próximo y sus consecuencias en los mercados, Rusia se posiciona de forma ventajosa. La combinación del alza del petróleo, del que es un gran exportador, y la revalorización del oro, del que tiene grandes reservas, le otorgan una ventaja económica en un panorama global cada vez más inestable. Para Rusia, esta crisis, lejos de ser solo un problema, se convierte en una oportunidad para fortalecer su economía en medio de la tormenta, evidenciando además las limitaciones de las estrategias de sanción internacionales.
