En los últimos días se inició un racionamiento de combustibles debido a la escasez de gasoil, el cual se está convirtiendo en un problema inquietante para los distintos sectores de la economía.
Recordemos que el transporte es el principal eslabón de más del 90% de las distintas cadenas productivas que conforman el mercado. Por ejemplo, se encuentra afectando a sectores como el Agro, ya que en este momento nuestro país se encuentra en medio de la cosecha gruesa.
Situación que se vuelve de máxima tensión si recordamos que las exportaciones de estos commodities son los principales generadores de dólares.
Otro sector afectado es el de comercio y más específicamente los supermercados, debido a que la demora de la movilidad de bienes hace que algunos productos se vuelvan escasos en las góndolas.
Ahora bien, si pensamos en el mercado de hidrocarburos, nuestro país importa del exterior el 30% de combustible que se consume a 110 dólares por millón de BTU. Pero, este mismo combustible localmente se vende subsidiado aproximadamente a 60 dólares por millón de BTU.
Esto provoca un desbalance para mantener un valor bajo, por lo cual este “negocio” solo resulta en perdidas y en el corto plazo desabastecimiento por la insostenibilidad de la situación.
Desde los sectores afectados, se encuentran proponiendo medidas como:
- La actualización de tarifas nacionales para los fletes de granos
- La reglamentación de cláusulas gatillo y
- Mejoras en las condiciones de infraestructura en los accesos a los puertos exportadores.
Lo cierto es que la situación es compleja y, para verlo en números, la Federación de Transportistas Argentinos (FETRA) explico que hoy un transportista para un viaje de 200km, necesita unos 40 litros de combustible. Pero, con el faltante actual de gasoil, un viaje de un día puede prolongarse en más de 2 días, ya que debe cargar combustible en el doble de estaciones de servicio.
Ahora, en el Agro la cuestión es aún más compleja, ya que una cosechadora gasta por día 1000 litros diarios de este combustible, generado así perdidas millonarias por la demora en llegar la cosecha a los puertos.
«Nuevamente nos encontramos poniendo “parches” a los problemas de fondo»
— Carla Neyra, economista
Desde el gobierno aseguran que podrán solucionar la situación actual del gasoil con la importación de combustibles líquidos, el uso de biocombustibles y la utilización en su máxima capacidad de las refinerías para asegurar el abastecimiento.
Pero la realidad es otra. Y es que nuevamente nos encontramos poniendo “parches” a los problemas de fondo, por lo que no debemos olvidar, que el desabastecimiento de este combustible es solo la consecuencia del congelamiento tarifario impuesto como instrumento de política, para evitar el real shock inflacionario.
