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La segunda minera más grande del mundo vio sus ambiciones de litio parcialmente aplastadas en enero. Fue después de que Serbia revocó la licencia de Rio Tinto para el proyecto Jadar de $ 2.4 mil millones por protestas ambientales.
El activo argentino podría ayudar a la compañía a reavivar sus planes y fortalecer su cartera para la transición energética global.
Rincón es un gran proyecto de salmuera de litio sin desarrollar en el corazón del triángulo de litio. Ubicado en la provincia argentina de Salta, un centro emergente para proyectos greenfield.
La compañía afirma que es un recurso escalable de larga duración, tenía el potencial de tener una de las huellas de carbono más bajas de la industria.
“Rincon fortalece nuestro negocio de materiales para baterías y posiciona a Rio Tinto para satisfacer el crecimiento de dos dígitos en la demanda de litio durante la próxima década, en un momento en que la oferta es limitada”
— Jakob Stausholm, presidente ejecutivo de Rio Tinto
Una estimación de recursos de Rincón enumera recursos medidos e indicados de carbonato de litio equivalente a 5,8 millones de toneladas. Ademas de recursos inferidos en poco menos de 6 millones de toneladas.
El proyecto tiene reservas de casi 2 millones de toneladas de carbonato de litio contenido equivalente. Esto seria suficiente para una vida útil de la mina de 40 años.
Rincón utilizará una tecnología de extracción directa y de bajo costo que tiene el «potencial de aumentar significativamente las recuperaciones de litio» en comparación con los estanques de evaporación solar, dijo Rio. Y agregó que actualmente se estaba ejecutando una planta piloto en el sitio.
La compañía también dijo que los fundamentos del mercado para el carbonato de litio de grado de batería eran sólidos. Se pronostica que la demanda de litio crecerá entre un 25% y un 35% anual durante la próxima década. Las ventas de vehículos eléctricos están en camino de alcanzar hasta el 55 % de las ventas totales de vehículos ligeros del mundo a partir de 2030.
Esto significa,que los fabricantes necesitarían alrededor de tres millones de toneladas de litio por año, en comparación con las aproximadamente 350.000 toneladas que consumen hoy.
Rio Tinto estima que las expansiones comprometidas de suministro y capacidad de litio contribuirán solo alrededor del 15% al crecimiento de la demanda durante el período 2020-2050. El 85% restante tendría que provenir de nuevos proyectos.