Por primera vez, ejecutivos de ambas empresas mantuvieron un encuentro cara a cara en Houston. El contacto se da mientras crece la expectativa por una definición en torno al comienzo de las tareas de exploración petrolera que finalmente autorizó la Justicia Federal.
Ejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y Equinor coincidieron en Houston, en el marco de la conferencia de energía más importante del mundo que se realiza en Estados Unidos, y mantuvieron un encuentro donde conversaron sobre la exploración petrolera que proyectan realizar a 307 kilómetros de Mar del Plata.
En el marco de la CERAWeek by S&P Global. el presidente de YPF, Pablo González, tuvo una reunión privada con Anders Opedal, el CEO de Equinor, la empresa con control estatal de Noruega. “Esta fue la primera vez que las máximas autoridades de ambas compañías mantienen una reunión a este nivel”, valoraron en la compañía argentina.
Con Shell, ambas empresas son socias en el proyecto de exploración offshore (costa afuera) en el Mar Argentino, que tiene uno de sus principales puntos de interés a poco más de 300 kilómetros de la ciudad. Oficialmente, no se conocieron mayores definiciones de la reunión aunque YPF confirmó se conversó sobre las tareas que próximamente se realizarán en el pozo Can 100.
“En el encuentro, analizaron la evolución de los proyectos que se desarrollan en el país. Especialmente, destacaron que la plataforma offshore es una de las menos exploradas del mundo y que cuenta con un gran potencial para el futuro y crecimiento de la Argentina”, valoró la empresa estatal, en un comunicado.
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Si bien la Justicia Federal ya dio en dos oportunidades la autorización para que las empresas puedan comenzar con su búsqueda de hidrocarburos en las profundidades del mar, todavía son inciertos los plazos del Proyecto Argerich.
Gran parte de esta incertidumbre, según lo que acusa el Gobierno nacional y las propias empresas involucradas, responde a las importantes dilaciones judiciales ya que la posibilidad de poner en marcha la exploración estuvo paralizada durante prácticamente todo el 2022, a partir de los recursos de amparo que interpuso organizaciones ambientalistas como Greenpeace y hasta el intendente Guillermo Montenegro.
En octubre, el buque BGP Prospector de Equinor había partido rumbo a Argentina y abrió grandes sospechas de un inminente inicio de operaciones en el marco del proyecto Argerich. Sin embargo, la embarcación finalmente fondeó en Montevideo, a la espera de que una orden judicial le permitiera operar, y el 27 de diciembre decidió explorar otros activos en Surinam.
El proyecto
La campaña de adquisición sísmica offshore abarca las áreas denominadas “CAN 108”, “CAN 100” y “CAN 114” de la Cuenca Argentina Norte. El primer pozo a explorar es CAN 100, que está situado a 307 kilómetros de Mar del Plata y a 320 de Necochea. Las actividades se organizan en tres fases: exploración, desarrollo y producción.
Este primer pozo tiene carácter únicamente exploratorio: se perfora y se comprueba la existencia de hidrocarburos. En el caso en el que se compruebe su inexistencia, el pozo se “abandona” (término utilizado en la actividad exploratoria), es decir, se sella mediante distintas técnicas que incluyen tapones de cemento y aseguran su hermeticidad.
De hallarse hidrocarburos, se ingresaría en la siguiente etapa, que es la de establecer los límites del yacimiento con pozos diseñados para testear el fluido a producir. Es recién en una tercera etapa cuando se perforarían los pozos de producción.
No obstante, según determinó la Justicia, cualquier actividad de prospección sísmica no podrá realizarse a menos de 50 kilómetros del sector denominado «Agujero Azul», un área protegida de aproximadamente 6.600 kilómetros cuadrados, que debido a sus ricos recursos biológicos, constituye una zona de alimentación de varias especies como la merluza, la vieira patagónica y el calamar, además de muchas especies de aves y mamíferos.
En YPF aseguran que, en caso de alcanzar resultados satisfactorios en esta búsqueda de petróleo, se podrían producir 200 mil barriles de petróleo diarios, una producción similar a la que actualmente produce toda la compañía nacional. En la firma estatal también estimaron que las inversiones ascenderían a más de 6.000 millones de dólares con un impacto muy positivo en la cadena de proveedores locales y en la generación de empleo y que, en la fase de desarrollo del proyecto, se podrían generar 22 mil empleos directos para Mar del Plata y la zona.
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