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Mientras Arabia Saudí se prepara para licitar 44 gigavatios (GW) de proyectos de energías renovables, seguirá manteniendo su potencial de producción de petróleo para garantizar la seguridad energética mundial, afirmaron el martes funcionarios del país en el foro anual de inversión celebrado en Riad.
Arabia Saudí, el mayor exportador de crudo del mundo, mantendrá en el futuro su capacidad máxima sostenible de 12,3 millones de barriles por día (bpd).
Para 2027, el Reino contará con más de 1,1 millones de bpd de producción de yacimientos petrolíferos actualmente en desarrollo, que se espera compensen el declive natural de los yacimientos ya existentes.
Saudi Aramco, el gigante petrolero estatal, planea aumentar la capacidad de producción de sus yacimientos de Marjan, Berri y Zuluf y añadir más suministro del desarrollo de crudo de Dammam en 2027, según una presentación en la cumbre Future Investment Initiative celebrada en Riad.
Al mismo tiempo, Arabia Saudí prevé haber licitado un total de 44 GW de proyectos de energías renovables para finales de este año.
Para 2030, espera contar con 130 GW de proyectos de energías renovables, en función del crecimiento de la demanda.
Incluso con el ambicioso programa para impulsar las energías renovables y las redes eléctricas, Arabia Saudí no abandona su preeminencia en los mercados mundiales del petróleo.
Mientras el mundo avanza hacia una transición energética, todas las formas de energía serán absolutamente necesarias para garantizar la seguridad energética mundial, declaró en el foro el ministro de Energía saudí, el príncipe Abdulaziz Bin Salman, citado por Amena Bakr, analista principal de investigación de Energy Intelligence.
El Reino «seguirá monetizando sus recursos energéticos al tiempo que atiende al cambio climático», afirmó el ministro saudí, el más influyente de la OPEP y de la OPEP+.
A principios de este mes, el director ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, abogó por lo que denominó un reajuste de los planes de transición para los países en desarrollo, citando el fuerte crecimiento previsto de la demanda de petróleo para el hemisferio sur.