Diario de minería, petróleo y campo.
Los trabajos de forestación alcanzarán 18 hectáreas en total y se terminarán implantando hasta 3 mil ejemplares. El plan de forestación esta contemplado en la DIA y cambiaron la estética de diferentes áreas de la mina.
Por raro que resulte, el agreste paisaje del lugar se entremezcla con el verdor de las especies forestales que integran el plan de forestación contemplado en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), según los requerimientos establecidos en su cláusula 70.
La tarea inició en 2011 con el desarrollo de la primera etapa que significó el implante de 1.000 ejemplares de tipo forestal, siendo el 75% de especies para forestación funcional y el 25% restante de forestales de tipo autóctonos. En años posteriores y hasta la fecha, se continuó con la implantación aumentando el número de especies (se llegó a 1500), tarea que incluyó el reemplazo de algunos ejemplares y su mantenimiento.
Los lugares en los que se desarrolló la forestación fueron los alrededores de la planta de tratamiento de efluentes, camino de acceso, zonas de garitas, campamento y hotel principal, brigada de emergencias, senda peatonal, patio de residuos y distintas obras auxiliares visibles y no visibles desde la ruta 40. Los trabajos alcanzarán una extensión de 18 hectáreas en total y se estima que se terminarán implantando 3 mil individuos a través de un proceso que es continuo.
Según se precisó desde Minas Argentinas, la distribución de las especies fue en principio con el fin de generar barreras que mitigaran el impacto de la radiación solar sobre los lugares de trabajo y las circulaciones del campamento, ambas zonas necesitadas de cobertura y de sombra; en este caso se optó por variedades de rápido crecimiento y desarrollo como el Álamo y el Aguaribay. Diseminadas entre las otras se plantaron Algarrobos, Tintinacos y Chañares (especies del tipo Prosopis) y algunos especímenes de retamas. Para complementar y a modo paisajístico se implantaron especies de floración aromática y aporte cromático, como retamos, acacias y plantas de lavanda.
Lo interesante es que la reforestación sin dudas cambió la fisonomía a la mina, generando un espacio más confortable a sus trabajadores.
«La presencia de estos árboles generan un impacto positivo en el entorno, además de incorporar el “verde” un color poco presente en nuestras montañas, contribuyen con mucha sombra y en lugares clave, como la plazoleta que tenemos en el sector de oficinas o la senda peatonal de 1,5 km que une esta área con el comedor principal»
— Marcelo Agulles, superintendente de RR.CC
Un aspecto destacable es la utilización inteligente del agua para el riego de los forestales. Para ello se instaló una red de riego por goteo con mangueras de PVC, que transportan agua de la planta de tratamiento de efluentes cloacales. El líquido efluente, como es de esperar, presenta importantes niveles de Nitrógeno, elemento de acción fertilizante valioso en cuanto a su aporte a la velocidad del crecimiento y desarrollo foliar de las especies implantadas. Sus ventajas funcionales se traducen en sombras más espesas y continuas, conformando barreras más duraderas contra el viento y el sol.
En consonancia, la presencia de estos árboles se transforma en un progresivo aportador natural de oxigeno a la atmosfera que permite compensar las emisiones del 80% del parque automotor y maquinarias que operan en el yacimiento minero.
La zona en que se encuentra Gualcamayo presenta una vegetación xerófita de mediana densidad, principalmente arbustiva, con alguna presencia de árboles de mediano porte, principalmente del género prosopis (algarrobos); retamos (bulnesia retama) de pequeño porte; arbustos pequeños y cactáceas. Gualcamayo se encuentra radicado en la provincia fitogeográfica del Monte, cuyas características principales son las de un bajo régimen de precipitaciones anuales, marcada amplitud térmica, presencia de forestales de mediana densidad vegetativa, arbustos de variada gama y herbáceas menores.