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Se espera que la sólida producción minera de cobre procedente de nuevas explotaciones o de la ampliación de las existentes impulse el mercado hacia un superávit el año próximo, antes de que el crecimiento se ralentice en la segunda mitad de la década.
El aumento de la producción minera y la oferta adicional procedente de las reservas del Congo podrían lastrar aún más los precios, que ya se ven presionados por la debilidad de la demanda y los signos de ralentización de la economía mundial.
Macquarie prevé que en 2023 la oferta mundial de cobre aumente un 2,8%, es decir, unas 600.000 toneladas, debido a la aceleración de los proyectos y al aumento de la producción en algunas explotaciones existentes.
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JP Morgan prevé que la producción mundial de cobre aumente un 2,6% en 2023, incluido un margen de interrupción del 5,5%, superior al habitual este año debido a los disturbios sociales en Perú. Los analistas suelen calcular la pérdida de producción por interrupciones en un 5% del suministro total de cobre extraído.
El crecimiento se debe a dos proyectos: Quebrada Blanca, en Chile, y Quellaveco, en Perú, mientras que otros se acercan a su finalización tras los retrasos causados por la pandemia.
La oferta adicional hará que el mercado del cobre registre un superávit de 298.000 toneladas en 2024, tras un déficit de 114.000 toneladas en 2023, según indicó el viernes el Grupo Internacional de Estudios del Cobre (ICSG).
Otra fuente de suministro procede de una gran cantidad de cobre almacenado en la mina congoleña de Tenke Fungurume (TFM), que estuvo ocho meses sin exportar el metal debido a una disputa entre sus accionistas.
Una vez resuelta la disputa a principios de este mes, es probable que TFM, que produce hasta 20.000 toneladas de cobre al mes, envíe el metal almacenado a China en los próximos meses, según el broker Marex.
Se espera que el crecimiento de la producción minera se ralentice a partir de 2025.
«Tras un periodo de sólido crecimiento de la oferta minera a corto plazo, prevemos una importante ralentización del crecimiento de la oferta en la segunda mitad de la década», señaló Citi.
Se esperaba que la demanda de cobre de China se disparara a principios de 2023, cuando el principal consumidor de metales del mundo eliminara sus estrictos frenos a la Covid, pero hasta ahora el crecimiento no ha cumplido las expectativas iniciales, lo que ha presionado los precios a la baja.