La producción de oro del país enfrenta un declive inminente por la falta de nuevos proyectos, la caída en inversiones y un marco regulatorio que ahuyenta capitales. Mientras las reservas de yacimientos clave como Veladero y Cerro Moro se extinguen, el país podría perder empleos, dólares y oportunidades en un mercado global donde la demanda de oro sigue en alza.
Las minas que se apagan
En los próximos cinco años, Argentina verá cómo algunas de sus principales minas de oro reducen drásticamente su producción o cierran por agotamiento de reservas:
- Veladero (San Juan): Operada por Barrick, es la mina más grande del país, pero su vida útil se estima solo hasta 2027-2028. En 2023 produjo 414.000 onzas.
- Cerro Moro (Santa Cruz): De Pan American Silver, tiene reservas hasta 2026 y ya enfrenta una disminución en su ley de mineral.
- Gualcamayo (San Juan): En etapa de cierre progresivo, su producción cayó un 40% en el último trienio.
Según un informe de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), si no se suman nuevos proyectos, la producción aurífera nacional podría desplomarse considerablemente para 2030.
¿Por qué no hay reemplazo?
A pesar de que Argentina se encuentra en el puesto N° 13, con 104,4 millones de onzas de recursos y reservas, un 1,9% del total global. Explicadas por 36 proyectos activos radicados en el país. Convertir esos recursos y reservas de oro en producción dependerá en gran medida de la puesta en operación de proyectos de cobre que tienen como subproducto al oro. Sin embargo, ningún proyecto avanzado está listo para tomar la posta. Las razones:
- Inversión en exploración en mínimos históricos
- Argentina solo captó USD 120 millones en exploración minera en 2023, menos del 1% del total global (S&P Global).
- Chile y Perú, en comparación, atraen 10 veces más inversión en este rubro.
- Ejemplo de Proyectos estancados por trabas burocráticas y conflictos políticos
- Josemaría (San Juan): Con reservas por 7 millones de onzas, su desarrollo está frenado por disputas impositivas y demoras en permisos.
- Mara (Catamarca): El proyecto de Glencore enfrenta resistencia de grupos ambientalistas y falta de definición en el aval provincial.
- Navidad (Chubut): Bloqueado por una ley que prohíbe la minería a cielo abierto, pese a ser uno de los yacimientos de plata más grandes del mundo.
- Falta de un marco regulatorio claro
- Las restricciones cambiarias, los impuestos provinciales discordantes y la ausencia de un acuerdo federal minero generan desconfianza en los inversores.
Impacto económico: empleo y dólares en riesgo
La minería de oro aportó USD 2.300 millones en exportaciones en 2023 (56% del total sectorial) y emplea a más de 40.000 personas de manera directa. Sin nuevos proyectos:
- San Juan y Santa Cruz, las provincias más dependientes de la actividad, podrían perder hasta 15.000 empleos.
- El país dejaría de percibir más de USD 500 millones anuales en regalías e impuestos.
El contraste regional
Mientras Argentina se queda atrás, otros países de la región avanzan:
- Chile: Con proyectos como Salares Norte (Gold Fields), que producirá 450.000 onzas anuales desde 2024.
- Perú: Inició la expansión de Quinual (USD 2.000 millones), con vida útil hasta 2040.
¿Hay solución?
Expertos coinciden en que se necesitan:
✅ Un acuerdo político que garantice reglas claras a 20-30 años.
✅ Acelerar permisos con evaluaciones ambientales rigurosas pero ágiles.
✅ Promover inversiones con estabilidad fiscal, como hizo México en los 90.
En la actualidad hay luces de alarma porque la falta de exploración que traen aparejada las condiciones macroeconómicas, y las minas en producción ya están “maduras”, por lo que se requiere de exploraciones para renovar la producción.
Un informe de la Secretaría de Minería de la Nación del 2023, da cuenta de que, desde la promulgación de la ley de inversiones mineras, en mayo de 1993, la Argentina es un exportador neto de oro; desde entonces prácticamente no hubo importaciones y la producción se destina completa al exterior.
El salto en la producción se dio con la puesta en funcionamiento de Bajo de la Alumbrera (única de “clase mundial” del país) en noviembre de 1997 y Cerro Vanguardia, un año después. Años más tarde entraron nuevas minas en producción, como Veladero (2005); San José-Huevos Verde (2007); Gualcamayo (2009); Manantial Espejo (2009); Casposo (2010); Cerro Negro (2014); Cerro Moro (2017) y Lindero en 2020.
Actualmente hay diez yacimientos en producción, y Veladero, Cerro Negro, Lindero y Cerro Vanguardia explican el 75% del volumen total de oro extraído. Durante el año 2023, según datos oficiales, se generaron 24 toneladas en el país (en 2020 fueron 23 y en 2021, 22). El pico fue en 2018, con 53 toneladas.
Mientras tanto, el reloj sigue corriendo: si no se actúa ahora, Argentina pasará de ser un jugador relevante en el mercado del oro a un mero espectador como paso con el Cobre.
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