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El regulador de energía de Alemania descartó una emergencia en el suministro de gas para el invierno actual, pero no puede dar el visto bueno para la temporada 2023/24.
El jefe de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller, espera que pasen meses antes de que la caída de los precios mayoristas de electricidad y gas llegue a los consumidores. Asegura que los hogares solo podrán beneficiarse de los recortes en seis a doce meses. Eso dependería de la duración de los contratos y de la estrategia de compras de la empresa, agregó.
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Sin embargo, según el jefe de la agencia de redes, los precios de la energía ya no serán tan bajos como antes de la guerra de agresión rusa en Ucrania. Tenemos que acostumbrarnos a precios más altos, la era de la energía barata de Rusia finalmente ha terminado, explicó.
Los precios mayoristas del gas, que superaban los 300 euros el megavatio hora a finales de verano, han bajado hasta rondar los 50 euros. Eso es mucho más que en 2021, pero la nueva normalidad. Los precios persistentemente más altos requerían que las empresas fueran más eficientes. “Aquí se ha avanzado mucho. Las empresas tendrán que seguir haciendo esfuerzos”, aseguró Müller.
Hasta ahora, Alemania abordó con éxito la decisión de Rusia de poner fin a la mayor parte de sus suministros de gas al país, beneficiándose de las temperaturas cálidas, la menor demanda y la incorporación de proveedores alternativos.
Los niveles de almacenamiento de gas en Alemania se sitúan actualmente en el 63,89 %, muy por encima de los umbrales críticos que justificarían que Berlín tomara medidas enérgicas contra el consumo de gas, lo que se debe principalmente a las temperaturas relativamente cálidas de los últimos meses.
Sin embargo, se sigue pidiendo a los hogares y las empresas que usen menos.
El mayor riesgo es el clima. No podemos confiar en que el próximo invierno vuelva a ser tan templado. Cuando hace frío, muchos hogares dejan de ahorrar inmediatamente. En octubre ahorraron más del 20% de gasolina, en diciembre solo 7 %, indicó Mueller.