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Los enviados de la Unión Europea están dispuestos a aprobar una prohibición al carbón ruso. Lo llamativo es que la prohibición entraría en pleno vigor a partir de mediados de agosto, un mes más tarde de lo previsto inicialmente, tras la presión de Alemania para retrasar la medida.
La eliminación progresiva de las importaciones de carbón ruso por parte de la UE es la medida fundamental de un quinto paquete de sanciones contra Rusia que la Comisión Europea propuso esta semana, como reacción a las atrocidades cometidas en la ciudad ucraniana de Bucha.
Una vez aprobada, será la primera prohibición de la UE a una importación de energía rusa desde el 24 de febrero, cuando comenzó lo que el Kremlin denomina «operación especial» en Ucrania. El petróleo y el gas, que representan importaciones mucho mayores de Moscú, siguen sin ser tocados.
No obstante, ese periodo se amplió a cuatro meses. Esto se debe a la presión ejercida sobre todo por Alemania, principal importador de carbón ruso de la UE.
Dado que se espera que las sanciones entren en vigor a fines de esta semana, o principios de la siguiente, tras su publicación en el diario oficial de la UE, las empresas rusas podrán exportar carbón al bloque hasta mediados de agosto en virtud de los contratos existentes.
Gran parte de las compras europeas de carbón ruso se realizan en el mercado al contado, en lugar de en contratos a largo plazo. Esas compras al contado se interrumpirían inmediatamente tras la imposición de las sanciones.