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Un reactor nuclear en el noreste de Japón fue detenido para realizar controles, dijo el operador de la planta, seis días después de que se convirtiera en el primero en reiniciarse en la región en la que se produjo el desastre nuclear de 2011.
Se trata del reactor número 2 de la planta de Onagawa, en la prefectura de Miyagi (al noreste del país), y operada por la empresa Tohoku Electric Power, que confirmó este lunes que tiene dificultades para enviar un dispositivo que confirme el estado del mismo.
Este reactor había retomado operaciones el martes, siendo no sólo el primero que volvía a funcionar en esta zona, sino también el primer reactor de agua en ebullición, el mismo tipo que se encontraba en Fukushima, en ponerse en marcha tras el desastre.
La unidad número 2 de la central nuclear de Onagawa había pasado los controles de seguridad en febrero de 2020 bajo las estrictas normas de seguridad impuestas tras la crisis de Fukushima, y obtenido el consentimiento local para reanudar sus operaciones.
La compañía operadora realizó obras para mejorar la seguridad de la central durante más de una década, incluyendo la construcción de un muro de contención de 29 metros de altura y la mejora de la resistencia antisísmica de la edificación.
La nuclear en Japón
Durante la catástrofe de marzo de 2011, los tres reactores de la central de Onagawa se apagaron automáticamente, y esta central fue golpeada por olas de tsunami de unos 13 metros de altura, debido a su proximidad al epicentro del terremoto, que alcanzó una magnitud de 9,1.
La empresa planeaba comenzar la generación y transmisión de energía a principios de noviembre y la operación comercial de este reactor hacia diciembre.
Japón entró en un «apagón nuclear» tras el accidente de la central de Fukushima Daiichi desencadenado por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 e introdujo medidas más estrictas, como la reducción de la vida útil de los reactores hasta los 40 años, además de abandonar la idea de construir nuevos o reemplazar antiguos.
Sin embargo, en el contexto de escasez energética generado por conflictos internacionales como la invasión rusa de Ucrania, el Ejecutivo japonés considera que reactivar los reactores u operarlos durante más de 20 años extra es posible si se producen una serie de mejoras de seguridad, especialmente contra desastres nucleares y se pasan las inspecciones necesarias.
Según cifras del 18 de octubre de la Autoridad de Regulación Nuclear japonesa (NRA), Japón cuenta actualmente con 26 reactores nucleares apagados de forma permanente, otros 23 desactivados de forma temporal y otros 10 operativos.