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China está ampliando su presencia en el mundo del comercio mundial de GNL, con los comerciantes chinos estableciendo nuevas o ampliando sus oficinas comerciales en Singapur y Londres, para gestionar mejor sus crecientes y diversificadas carteras de suministro en un mercado mundial cada vez más volátil.
La mayor presencia comercial de los importadores chinos les sitúa en competencia directa con pesos pesados mundiales como Shell, BP, Equinor y TotalEnergies en un mercado que, según la Agencia Internacional de la Energía, duplicó su valor hasta alcanzar los 450.000 millones de dólares el año pasado.
La expansión de la presencia comercial se produce incluso cuando China se asegura un mayor suministro a largo plazo del combustible superfrío, y los últimos acuerdos proceden de Qatar y Estados Unidos.
Aun así, los importadores chinos no confían únicamente en los acuerdos a largo plazo, aunque hayan aumentado a unos 40 millones de toneladas anuales desde el año pasado. La cantidad representa un aumento del 50%.
Alrededor de una docena de empresas chinas han ampliado sus equipos de negociación o han añadido nuevas mesas, siendo la privada ENN Natural Gas y la estatal China National Offshore Oil Corp (CNOOC) las últimas en planificar oficinas en Londres, y la empresa de servicios públicos China Gas Holdings en establecer una operación en Singapur, dijeron funcionarios de la empresa y operadores.
A propósito de CNOOC, la empresa china afirmó este mes que el proyecto Arctic LNG 2 de Novatek comenzará a producir antes de finales de año, según lo previsto. CNOOC tiene una participación del 10% en el proyecto ruso.
Los importadores chinos de gas también han aumentado los contratos de GNL a largo plazo con Qatar y los proveedores de EE. UU. en casi un 50% desde finales de 2022 a más de 40 millones de toneladas métricas por año (mtpy), con planes para añadir más volúmenes de esos dos países, así como de Omán, Canadá y Mozambique.
“Vamos a asistir a un cambio de paradigma en las empresas chinas, que pasarán de ser importadores netos totales a convertirse en actores del comercio internacional y nacional”, declaró Toby Copson, responsable de comercio mundial de Trident LNG, citado por Reuters.
El motivo principal de la expansión de la presencia comercial parece ser la seguridad energética, en la que se centra la política energética china.
“La seguridad del suministro sigue estando en el centro de nuestras actividades comerciales”.
“La capacidad comercial es uno de los factores que nos ayudan a afrontar mejor las oscilaciones del mercado”, según Zhang Yaoyu, director mundial de comercio de GNL de PetroChina International.
Como resultado de esta expansión, señala Reuters, el volumen total de GNL contratado por los comerciantes chinos podría alcanzar los 100 millones de toneladas anuales en 2026.
Eso supondría un exceso de oferta de unos 8 millones de toneladas para ese año, según Poten & Partners. Por otro lado, ICIS considera que la cantidad sería inferior a la demanda entre 5 y 6 millones de toneladas.
En cualquier caso, la creciente producción interna de China y el aumento del gas canalizado desde Asia Central y Rusia proporcionan una base de combustible suficiente para que las empresas gasistas chinas puedan comerciar o intercambiar cargamentos estadounidenses y de otras carteras cuando se abran arbitrajes o tenga sentido para el mercado.