Las acciones de Tesla se vendieron antes de la apertura en efectivo del jueves después de que la compañía no alcanzara su número de entregas y ventas anuales en el cuarto trimestre.
Las ventas anuales de vehículos en realidad disminuyeron en 2024, marcando la primera caída en más de una década, a pesar de lograr entregas récord en el cuarto trimestre.
La compañía registró unas ventas de 1,79 millones de vehículos en el año, por debajo de los 1,8 millones entregados en 2023 y por debajo de la estimación de 1,8 millones del consenso de analistas.
En el último trimestre, Tesla entregó 495.570 vehículos, también por debajo de la proyección de los analistas de aproximadamente 512.277 para los tres meses que terminaron el 31 de diciembre.
La producción totalizó 459.445, ligeramente por debajo de la previsión de 460.705. El Model 3/Y representó 471.930 entregas, con 23.640 de otros modelos, principalmente el Cybertruck.
Como señala CNBC, Tesla se enfrentó a un fuerte descenso de las ventas en Europa durante el cuarto trimestre, ya que sus competidores ganaron cuota de mercado.
De enero a noviembre, Tesla vendió 283.000 vehículos en Europa, un 14% menos que el año anterior, con las matriculaciones de noviembre cayendo a 18.786 desde las 31.810 del año anterior, según datos de ACEA.
En China, Tesla también se enfrentó a presiones durante el mismo periodo. De cara al futuro, Elon Musk declaró en una llamada de resultados en octubre que Tesla planea introducir vehículos autónomos y de menor coste para 2025, proyectando un «crecimiento del 20% al 30%» en 2024.
No se sabe a ciencia cierta qué papel desempeñarán los vehículos eléctricos bajo la nueva administración Trump. Con unas prioridades políticas que probablemente se desvíen hacia los sectores energéticos tradicionales y posibles retrocesos en la normativa medioambiental, la trayectoria del sector de los vehículos eléctricos podría enfrentarse a importantes retos.
Hace sólo tres años, el gobierno de EE.UU. asignó 7.500 millones de dólares bajo la administración Biden para construir estaciones públicas de recarga de vehículos eléctricos, con el objetivo de apoyar el cambio a los vehículos eléctricos y lograr un 40% de ventas de coches de cero emisiones para 2030.
Sin embargo, el equipo entrante de Trump planea redirigir estos fondos a prioridades como el procesamiento nacional de minerales para baterías, argumentando que la carga de vehículos eléctricos no es una cuestión de «defensa nacional», según un nuevo artículo de Wired.
