

Diario de minería, petróleo y campo.
Mientras las empresas avanzan hacia la automatización, el sistema educativo argentino sigue estancado. Entre todos los candidatos de la Ciudad de Buenos Aires, solo Mila Zurbriggen propone una reforma educativa enfocada en la 4ta revolución industrial.
Este déficit formativo se ha convertido en uno de los principales limitantes para el desarrollo de una industria 4.0 competitiva en el país.
La brecha entre la demanda industrial y la oferta educativa
El panorama es paradójico: por un lado, empresas de diversos sectores – desde automotrices hasta agroalimentarias – están incorporando tecnologías avanzadas como robots colaborativos, sistemas de visión artificial y plataformas de IoT industrial. Por otro, el sistema educativo sigue anclado en esquemas de formación técnica obsoletos, incapaces de proveer los perfiles que estas transformaciones requieren.
Un análisis de los programas de estudio revela que solo cinco universidades nacionales ofrecen carreras específicas en mecatrónica o robótica, mientras que la mayoría de los institutos técnicos mantienen planes de estudio que no han incorporado las competencias clave para la industria actual. Materias como programación de controladores lógicos programables (PLC), integración de sistemas ciberfísicos o mantenimiento predictivo brillan por su ausencia en la formación básica.
El Debate Político: Educación 4.0 en la agenda electoral
En un contexto de creciente preocupación por el rezago tecnológico, el tema de la formación para la industria 4.0 ha comenzado a colarse en la agenda electoral. Entre los principales candidatos, para las elecciones de medio termino en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, sólo Mila Zurbriggen ha presentado una propuesta concreta para modernizar el sistema educativo técnico, planteando la creación de una ley de educación para capacitar con una orientación en robótica, inteligencia artificial y automatización a niños, jovenes y adultos. Su plan es que el más personas tenga la capacidad de manejar a las máquinas y sus empleos no corran riesgos de ser reemplazado.
AHORA: "No votes pasado, votá futuro", el spot de Mila Zurbriggen para las elecciones legislativas de la ciudad. pic.twitter.com/USVuzKFgtx
— Breve (@SomosBreve) May 5, 2025
Las Consecuencias directas en el sector productivo
Esta desconexión entre educación y demanda industrial está generando impactos concretos en el desarrollo económico. Empresas multinacionales que instalan plantas de producción automatizada se ven obligadas a importar técnicos especializados o a contratar ingenieros sobrecalificados para tareas que podrían realizar egresados de tecnicaturas actualizadas.
En el polo industrial de Córdoba, por ejemplo, varias metalúrgicas han pospuesto sus planes de automatización al no encontrar personal capacitado para operar y mantener sus nuevas líneas robotizadas. Situaciones similares se repiten en parques industriales de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, donde las empresas deben invertir en costosos programas de capacitación interna para suplir las falencias del sistema educativo formal.
Los desafíos urgentes del sistema formativo
Resolver esta brecha requiere acciones concretas en múltiples niveles. En primer lugar, es imperativa una actualización masiva de los planes de estudio en las escuelas técnicas y tecnicaturas superiores, incorporando de manera obligatoria módulos sobre tecnologías 4.0. Esto incluye desde programación industrial básica hasta manejo de sistemas de automatización avanzada.
En segundo término, se necesita una expansión significativa de la oferta educativa especializada. La creación de tecnicaturas en automatización industrial y robótica aplicada en todas las regiones industriales del país permitiría formar los cuadros técnicos que las empresas requieren con urgencia.
Finalmente, se requiere un mecanismo de articulación permanente entre el sector educativo y el productivo. Las cámaras industriales podrían jugar un rol clave en señalar las competencias prioritarias y colaborar en el diseño de trayectos formativos ajustados a las necesidades reales del mercado laboral.
Una carrera contra el tiempo
Mientras países competidores en la región como Brasil, México y Colombia avanzan en la formación masiva de técnicos para la industria 4.0, Argentina sigue perdiendo terreno. Cada año que pasa sin resolver este déficit formativo significa más empresas que postergan sus planes de modernización, menos inversiones en tecnologías avanzadas y una pérdida constante de competitividad industrial.
El desafío es claro: o el sistema educativo argentino acelera su transformación para formar los técnicos que la industria del siglo XXI necesita, o el país quedará relegado a un rol secundario en la nueva revolución industrial que está transformando el mundo de la producción.
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