Todos los expertos en la economía están de acuerdo con una misma idea: que en general, los años pares son los “años de corrección” y los impares los de «expansión«.
Esto es debido a que en los años impares hay elecciones (por lo que el gobernante de turno se asegura de que no deberían haber saltos económicos).
Por lo cual, después de un año de crisis sanitaria donde nuestro país gasto 723 mil millones de pesos, esto es, se usó $133 millones por hora en programas como IFE, ATP, prestamos financieros otorgados a cada provincia, deberíamos tener un año mucho más tranquilo.
Pero la realidad es que estos desajustes económicos lograron que ya sea necesario (si no urgente) un ajuste en las cuentas publicas.
Y, si sumamos a ello que el FMI impuso ciertas metas económicas (acumulación de reservas, metas de financiamiento del tesoro, déficit fiscal, entre otros) para hacerle frente al pago de lo 44.000 millones de dólares de la deuda contraída, la situación de nuestra país tiene un futuro alarmante sino se toma una decisión.
Teniendo todo este panorama en cuenta, es evidente que la política debería estar acompañando al reordenamiento de la economía para que así las metas sean mucho más fáciles de cumplirse, pero la realidad se lleva puesta nuevamente a la economía.
No es una novedad que nuestro país se encuentra atravesando una situación estanflacionaria (inflación mensual de alrededor del 5% y estancamiento en el nivel de actividad) donde se espera que el año finalice entre 80% y 90% de inflación, una fuerte presión sobre los dólares del BCRA que deben acumularse para que no exista una mega devaluación. Esto sumado a problemas fiscales que se sostienen con cierta contabilidad creativa.
Solo hacía falta un pequeño shock para que todo lo que esta mantenido en pie con alambres se rompieran, y es lo que efectivamente sucedió.
«La renuncia de Guzmán generó un overshooting en el mercado, haciendo que el dólar aumentara su valor en un 15%, pasando de $240 a $260 en un par de días.
Carla Neyra
Hace unos días, el ministro de economía Martin Guzmán renunció a su cargo en medio de la negociación con el FMI, lo cual genero un overshooting (sobre reacción inmediata ante un evento inesperado) en el mercado.
Esto provocó que el dólar aumentara su valor en un 15%, pasando de $240 a $260 en un par de días, dejando así una brecha cambiaria de casi un 100%. Los productos importados aumentaron entre un 15% y 30%, por lo que el BCRA decidió salir a vender mas de 90 millones para contener al dólar.
Por supuesto que la economía de la calle presiono también desde la remarcación de precios hasta cerrando persianas a la espera que la demanda se calme para la venta de productos.
Entonces, bajo estas perspectivas asume la nueva responsable Silvina Batakis cuenta con una agenda económica bastante complicada y aun sin dejar definiciones claras sobre el programa económico que nos espera en los próximos días. Por lo cual, todos estamos ante la espera de fuertes medidas que puedan dar la señal de correcciones significativas, ya que hay que recordar bien que si los ajustes que no se hacen rápido, el mercado si los hace más rápido de lo que se espera y llevándose puesto a todo lo que se encuentra por delante.
