En medio de la condena al ostracismo a la que se está sometiendo a los combustibles fósiles en el viejo continente, con la cada vez menor inversión en búsqueda y extracción de petróleo o gas, Rumanía ha sorprendido a todos con una inesperada noticia.
En concreto, OMV Petrom, mayor compañía de petróleo establecida en el país, ha localizado las mayores reservas de petróleo y gas natural de la nación rumana en las últimas décadas, y están ubicadas en las regiones sureñas de Oltenia y Muntenia. En total, el yacimiento posee el equivalente a más de 30 millones de barriles recuperables de petróleo y gas natural, lo que equivale a tres cuartas partes de todos los hidrocarburos que la compañía fue capaz de producir en 2022.
La empresa, que llevaba 10 meses perforando y explorando la zona con un coste de unos 20 millones de euros, confirma ahora el éxito de la exploración, que permitirá a la compañía elevar notablemente su cifra de negocio una vez comience a extraer los recursos disponibles.
OMV Petrom había invertido unos 20 millones de euros en las tareas de perforación y exploración, que se demoraron 10 meses.
«Rumania ha estado produciendo petróleo crudo y gas natural durante más de 150 años, y en estas condiciones, identificar nuevos recursos requiere un esfuerzo significativo. Los nuevos descubrimientos contribuirán a reducir el declive de nuestra producción y a la continuidad del suministro de productos esenciales para la economía», ha asegurado el directivo de la compañía Cristian Hubati.
La rumana OMV Petrom forma parte del grupo austriaco OMV, quien posé el 51,1% de la filial, mientras que un 20,7% es propiedad del Estado de Rumanía y solo el resto se negocia en forma de acciones en la Bolsa de Bucarest y en la de Londres.
El descubrimiento del yacimiento supone un soplo de aire fresco para la política energética del país con capital en Bucarest, ya que se produce en plena paralización de las importaciones de crudo desde Rusia hacia la Unión Europea. Además, soliviantará en buena medida la dependencia internacional que Rumanía posee en lo referente al petróleo.
No obstante, es preciso recalcar que la dependencia energética de Rumanía no es especialmente intensa si se compara con la del resto de socios europeos, especialmente en cuanto al gas natural. De hecho, la nación de Europa del Este logró colocarse en 2022 como exportador neto de este importante recurso. Un año, por cierto, en el que el Parlamento rumano aprobó la conocida como «Ley Offshore«, que ofreció nuevas facilidades fiscales y garantías jurídicas para impulsar la extracción de gas del Mar Negro.
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