El ministro de Energía de Qatar, Saad Sharida al-Kaabi, ha criticado al ministro de Economía de Alemania y ha afirmado que Occidente debe respetar las opiniones anti-LGBT de Qatar tras la firma de un importante acuerdo de gas.
El ministro qatarí firmó esta semana un nuevo acuerdo con Alemania por el que el país de Oriente Medio suministrará hasta dos millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) a Alemania al año a partir de 2026, pero no tuvo problemas en criticar al ministro de Economía alemán, Robert Habeck, por sus comentarios sobre el Mundial.
«Si acusas a alguien de corrupción, tienes que mostrar pruebas. Eres legalmente responsable si dices que alguien es corrupto«, declaró Al-Kaabi al periódico alemán Bild, tras los comentarios de Habeck, quien afirmó que la corrupción explicaba por qué Qatar organizaba el Mundial de fútbol.
Al-Kaabi también fue claro al afirmar que su país no está de acuerdo con Occidente en cuanto a la homosexualidad: «Occidente dice que nosotros, como qataríes, tenemos que cambiar. Que tenemos que cambiar nuestra religión, nuestras creencias, y hacer lo que ellos creen que es correcto: aceptar plenamente a los LGBTQ. ¿Dónde está mi derecho humano a elegir lo que quiero para mi religión, mi país, mis hijos y mi familia?«
«Pero si quieren cambiarme para decir que creo en LGBTQ, que mi familia debe ser LGBTQ, que acepto LGBTQ en mi país, que cambio mis leyes y cambio las leyes islámicas para complacer a Occidente, eso no es aceptable«, añadió.
Sobre el nuevo acuerdo de gas, el ministro qatarí declaró que los Verdes en Alemania habían puesto resistencia a que Alemania comprara GNL a Qatar en el pasado, pero afirmó que debido a la guerra de Ucrania, Alemania había «dado un giro de 180 grados.«
A principios de esta semana, el eurodiputado alemán Dr. Gunnar Beck, miembro de la populista Alternativa para Alemania (AfD), criticó el manejo de la crisis energética por parte del gobierno alemán de izquierda, diciendo a Breitbart Londres: «Han estado en el gobierno durante un buen año y todo parece haber sido mal manejado«.
Ahora que estamos tratando de eliminar el gas ruso y otros combustibles fósiles, es un desastre, porque no tenemos seguridad energética -Rusia la proporcionó- y los precios de cualquier posible sustituto, especialmente el GNL (gas natural licuado) estadounidense, «son alrededor de cuatro veces más altos en comparación con el gas ruso«, dijo y añadió: «Así que para los consumidores, los hogares y para nuestra industria, es un desastre. La inflación ha aumentado, ha sido un desastre en general«.
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